Los vidrios insulados o de doble acristalamiento están compuestos por dos vidrios sellados cuyo interior está lleno de aire. Este tipo de acristalamiento es más efectivo que uno normal ya que reduce las pérdidas de calor a través de las ventanas. Esto a su vez incrementa el rendimiento energético de cualquier construcción donde se instale al disminuir costos en equipos de climatización.
Una característica adicional de funcionamiento se obtiene al sustituir el aire que se encuentra entre los dos vidrios por un gas que posea una eficiencia térmica mayor. Los gases disponibles para este efecto son comúnmente el argón, el Kriptón y el xenón.
El gas argón es inerte, incoloro e inflamable, es por ello que el uso de este gas en los dobles acristalamientos reduce la transmisión de calor entre los dos vidrios. Ayudando a conservar en calor en el interior de la habitación en invierno, y manteniendo la temperatura fresca en verano. Esto es debido a que la densidad del gas es 6 veces mayor a la del aire, incluso la alta densidad del gas mejora el aislamiento acústico impidiendo la entrada de ruido en gran cantidad.
Estos beneficios se pueden incrementar si los acristalamientos se realizan con vidrios de control solar, alcanzando una mejora en su capacidad térmica de hasta un 50% menos.